YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS EN LA VERA
La comarca de la Vera fue poblada desde tiempos muy remotos. Los restos hallados en la zona parecen apuntar a una ocupación bastante densa caracterizada por yacimientos de escasa extensión. Si tenemos en cuenta la cantidad de emplazamientos documentados puede aventurarse la hipótesis de que se trate de restos dejados por unos mismos pobladores que se movieran sobre el territorio de forma seminómada.
En la comarca de la Vera se han identificado más de una decena de yacimientos que sumados a los del Campo Arañuelo y el Jerte, dibujan una concentración próxima a la cincuentena.
Su situación geográfica perfectamente delimitada por la Sierra de Gredos y por el valle del Tiétar conforma un territorio con posibilidades mixtas de explotación: la agricultura, por un lado, debido a la riqueza de los suelos junto al Tiétar; y la ganadería, con buenos pastos en sectores de pie de sierra; así como los importantes recursos acuíferos que constituyen una fuente importante para el sostenimiento de una población permanente. También otras materias primas como el sílex o el metal, tuvieron su trascendencia. En cambio, la Vera no es una zona con importantes recursos metalúrgicos. En Villanueva existen algunas vetas en forma de impregnaciones de calcopirita, aunque de baja calidad y de difícil extracción; pero sí los encontramos en zonas próximas, como Peraleda de la Mata, Plasencia, Barco de Ávila, Piedrahita o zonas cercanas en lo que es ahora la provincia de Toledo, que contribuyeron a la riqueza metalífera de la zona.
Hay pruebas de que existieron en la zona varios núcleos de población a finales de la Edad del Bronce y Primera Edad del Hierro, quizá no estables en un solo lugar pero sí permanentes en la zona.
En todo caso la aparición de objetos arqueológicos, con relativa frecuencia de manos de arqueólogos no profesionales ha llamado la atención sobre una riqueza arqueológica importante, que evidencia la presencia humana en la zona desde muy antiguo.
Los Yacimientos más importantes de la zona son:
“El Canchal” en Jaraíz de la Vera, que se encuentra en un excelente estado de conservación.
En Jarandilla de La Vera, encontramos varios yacimientos: “Cerro Soldado y Cercaperla”, “Capichuelas”, “Los Picorzos”, “Las Mesillas”; y otros como “Cerros de Mingo Martin”, “El Baldío” y “Cerca Antonio”, donde se han encontrado restos importantes del Neolítico.
En el Guijo de Santa Bárbara, “El Canchal del Moro
En Viandar de la Vera: “El Cerro de Castrejón” (Bronce Final, Edad del Hierro)
En Talaveruela de la Vera: La Molina (Edad del Hierro), “Los Corchuelos” (Nelolítico), y “Cañamares” (Neolítico)
En Valverde de la Vera: El asentamiento de “Los Montes” (Calcolítico), “Cueva del Roble” (Funerario Neolítico), “Dolmen Ribero” (Neolítico, Calcolítico), “Lancha Mateo” (Calcolítico), “Los labrados” (Calcolítico), “Pozo del Rey” (Calcolítico), y “Alto de la Jara” (Calcolítico)
En Madrigal de la Vera: La Necrópolis de “El Cardenillo” (Edad del Hierro. Neolítico), “Cerro de Romartín” (Edad de Hierro, Calcolítico, Neolítico), “Invernadero” (Neolítico, Calcolítico), “La monda” (Edad del Hierro)
En Candeleda, El Yacimiento de El Raso. (II Edad del Hierro, entre los siglos VI y I a. C). Las excavaciones llevadas a cabo en el yacimiento nos han permitido conocer la existencia de un enorme poblado prerromano, “El Castro”. En una zona próxima a mayor altura encontramos “El Prado de la Carrera”. Muy cerca del actual núcleo de población del El Raso, encontramos el poblado de “El Castañar”, que debió ser precursor del Castro Vetón. Muy próxima al poblado amurallado, apenas 500 m en dirección sur, en una planicie cercana a la orilla izquierda de la garganta de Alardos encontramos la “Necrópolis de las Guijas”.
En Villanueva, las primeras noticias arqueológicas se circunscriben a algunos hallazgos aislados, como es el caso de un “Jarro de Bronce púnico-tartésico” encontrado al realizar los cimientos de una casa en la finca de El Tudal, junto a la garganta de Minchones en 1946.
“Dolmen de la Vega del Niño” (Neolítico-Calcolítico): Ya desde 1.957 se sabía de la existencia de un túmulo, que se dio a conocer como el “dolmen de corredor de Villanueva de la Vera”.
“La Cañada Pajares” (Edad del Hierro-Orientalizante. El yacimiento Protohistórico de la Cañada de Pajares junto con sus Necrópolis y el Tesoro Áureo es el más importante de todos los encontrados en Villanueva. La finca de Pajares se sitúa al Sureste de Villanueva de la Vera, con una extensión de unas 200 ha. Las prospecciones realizadas han evidenciado la existencia de al menos cinco necrópolis individualizadas y otros tres lugares de hábitat bien diferenciados.
“La Cruz del Pobre” (Neolítico-Calcolítico). Distribuido por un área de casi 2 ha se han localizado multitud de fragmentos cerámicos, y una importante industria lítica sobre sílex, con restos de dólmenes y necrópolis.
“Cerro Castrejón” (Edad del Hierro): Las características constructivas y emplazamiento reúnen todos los requisitos típicos de un poblado en altura del Bronce Final y de la Edad del Hierro, incluyendo el cerramiento entre bloques graníticos, el emplazamiento en alto en las últimas estribaciones de la Sierra y la amplia visibilidad.
Otros Yacimientos encontrados en el término municipal de Villanueva son: “Tanajarro” (Neolítico), concentración de materiales en una zona a media ladera; “Los Rincones” (Neolítico-Calcolítico), en la ladera del cerro de los Rincones; “Casusá” (Calcolítico), dos yacimientos, localizados cerca de la garganta de Minchones, situados en una elevación sobre la fosa del Tiétar, lo que les convierte en los yacimientos con mayor visibilidad después del Cerro Castrejón; “Las Hoyuelas” (Calcolítico), concentración de materiales localizada en un cerro cercano a un arroyo estacional; “Las Planas” (Calcolítico), en una zona alomada en la segunda terraza de la Vera; “Recuéncano” (Calcolítico), sobre la garganta de la Hoz, “Rabinche” (Edad del Hierro), en la fosa del Tiétar, junto al arroyo de Las Monjas y muy cerca del canal de Rosarito; “Rocastaño” (Edad del Hierro), al pie de un cerro, a ambos lados de la carretera ext. 203; “Helechoso” (Sin clasificar), escasa concentración de materiales situada en una zona alta junto al barranco de Helechoso, al norte del pueblo de Madrigal; y “Los Muros” (Sin clasificar), pequeña planicie junto a la garganta de Minchones atravesada por la colada de la sierra.
Por último, tenemos que destacar en Villanueva, dos yacimientos arqueológicos romanos, que probablemente correspondieran a asentamientos más antiguos reutilizados por éstos: “La Finca de las Corias”, con gran acumulación de escoria de hierro y cerámica en una zona de bancales al Sur del pueblo; y “La Laguna”, en un cerro sobre la fosa del Tiétar donde se ha localizado una importante concentración de escoria de hierro y cerámica romana.
José María Ambrosio Sánchez
Bibliografía: “PAISAJES AGRARIOS PRE Y PROTOHISTÓRICOS EN LA COMARCA DE LA VERA ALTA (CÁCERES)”. Memoria de Doctorado, Carlos Fernández Freire, Madrid 2008
En la comarca de la Vera se han identificado más de una decena de yacimientos que sumados a los del Campo Arañuelo y el Jerte, dibujan una concentración próxima a la cincuentena.
Su situación geográfica perfectamente delimitada por la Sierra de Gredos y por el valle del Tiétar conforma un territorio con posibilidades mixtas de explotación: la agricultura, por un lado, debido a la riqueza de los suelos junto al Tiétar; y la ganadería, con buenos pastos en sectores de pie de sierra; así como los importantes recursos acuíferos que constituyen una fuente importante para el sostenimiento de una población permanente. También otras materias primas como el sílex o el metal, tuvieron su trascendencia. En cambio, la Vera no es una zona con importantes recursos metalúrgicos. En Villanueva existen algunas vetas en forma de impregnaciones de calcopirita, aunque de baja calidad y de difícil extracción; pero sí los encontramos en zonas próximas, como Peraleda de la Mata, Plasencia, Barco de Ávila, Piedrahita o zonas cercanas en lo que es ahora la provincia de Toledo, que contribuyeron a la riqueza metalífera de la zona.
Hay pruebas de que existieron en la zona varios núcleos de población a finales de la Edad del Bronce y Primera Edad del Hierro, quizá no estables en un solo lugar pero sí permanentes en la zona.
En todo caso la aparición de objetos arqueológicos, con relativa frecuencia de manos de arqueólogos no profesionales ha llamado la atención sobre una riqueza arqueológica importante, que evidencia la presencia humana en la zona desde muy antiguo.
Los Yacimientos más importantes de la zona son:
“El Canchal” en Jaraíz de la Vera, que se encuentra en un excelente estado de conservación.
En Jarandilla de La Vera, encontramos varios yacimientos: “Cerro Soldado y Cercaperla”, “Capichuelas”, “Los Picorzos”, “Las Mesillas”; y otros como “Cerros de Mingo Martin”, “El Baldío” y “Cerca Antonio”, donde se han encontrado restos importantes del Neolítico.
En el Guijo de Santa Bárbara, “El Canchal del Moro
En Viandar de la Vera: “El Cerro de Castrejón” (Bronce Final, Edad del Hierro)
En Talaveruela de la Vera: La Molina (Edad del Hierro), “Los Corchuelos” (Nelolítico), y “Cañamares” (Neolítico)
En Valverde de la Vera: El asentamiento de “Los Montes” (Calcolítico), “Cueva del Roble” (Funerario Neolítico), “Dolmen Ribero” (Neolítico, Calcolítico), “Lancha Mateo” (Calcolítico), “Los labrados” (Calcolítico), “Pozo del Rey” (Calcolítico), y “Alto de la Jara” (Calcolítico)
En Madrigal de la Vera: La Necrópolis de “El Cardenillo” (Edad del Hierro. Neolítico), “Cerro de Romartín” (Edad de Hierro, Calcolítico, Neolítico), “Invernadero” (Neolítico, Calcolítico), “La monda” (Edad del Hierro)
En Candeleda, El Yacimiento de El Raso. (II Edad del Hierro, entre los siglos VI y I a. C). Las excavaciones llevadas a cabo en el yacimiento nos han permitido conocer la existencia de un enorme poblado prerromano, “El Castro”. En una zona próxima a mayor altura encontramos “El Prado de la Carrera”. Muy cerca del actual núcleo de población del El Raso, encontramos el poblado de “El Castañar”, que debió ser precursor del Castro Vetón. Muy próxima al poblado amurallado, apenas 500 m en dirección sur, en una planicie cercana a la orilla izquierda de la garganta de Alardos encontramos la “Necrópolis de las Guijas”.
En Villanueva, las primeras noticias arqueológicas se circunscriben a algunos hallazgos aislados, como es el caso de un “Jarro de Bronce púnico-tartésico” encontrado al realizar los cimientos de una casa en la finca de El Tudal, junto a la garganta de Minchones en 1946.
“Dolmen de la Vega del Niño” (Neolítico-Calcolítico): Ya desde 1.957 se sabía de la existencia de un túmulo, que se dio a conocer como el “dolmen de corredor de Villanueva de la Vera”.
“La Cañada Pajares” (Edad del Hierro-Orientalizante. El yacimiento Protohistórico de la Cañada de Pajares junto con sus Necrópolis y el Tesoro Áureo es el más importante de todos los encontrados en Villanueva. La finca de Pajares se sitúa al Sureste de Villanueva de la Vera, con una extensión de unas 200 ha. Las prospecciones realizadas han evidenciado la existencia de al menos cinco necrópolis individualizadas y otros tres lugares de hábitat bien diferenciados.
“La Cruz del Pobre” (Neolítico-Calcolítico). Distribuido por un área de casi 2 ha se han localizado multitud de fragmentos cerámicos, y una importante industria lítica sobre sílex, con restos de dólmenes y necrópolis.
“Cerro Castrejón” (Edad del Hierro): Las características constructivas y emplazamiento reúnen todos los requisitos típicos de un poblado en altura del Bronce Final y de la Edad del Hierro, incluyendo el cerramiento entre bloques graníticos, el emplazamiento en alto en las últimas estribaciones de la Sierra y la amplia visibilidad.
Otros Yacimientos encontrados en el término municipal de Villanueva son: “Tanajarro” (Neolítico), concentración de materiales en una zona a media ladera; “Los Rincones” (Neolítico-Calcolítico), en la ladera del cerro de los Rincones; “Casusá” (Calcolítico), dos yacimientos, localizados cerca de la garganta de Minchones, situados en una elevación sobre la fosa del Tiétar, lo que les convierte en los yacimientos con mayor visibilidad después del Cerro Castrejón; “Las Hoyuelas” (Calcolítico), concentración de materiales localizada en un cerro cercano a un arroyo estacional; “Las Planas” (Calcolítico), en una zona alomada en la segunda terraza de la Vera; “Recuéncano” (Calcolítico), sobre la garganta de la Hoz, “Rabinche” (Edad del Hierro), en la fosa del Tiétar, junto al arroyo de Las Monjas y muy cerca del canal de Rosarito; “Rocastaño” (Edad del Hierro), al pie de un cerro, a ambos lados de la carretera ext. 203; “Helechoso” (Sin clasificar), escasa concentración de materiales situada en una zona alta junto al barranco de Helechoso, al norte del pueblo de Madrigal; y “Los Muros” (Sin clasificar), pequeña planicie junto a la garganta de Minchones atravesada por la colada de la sierra.
Por último, tenemos que destacar en Villanueva, dos yacimientos arqueológicos romanos, que probablemente correspondieran a asentamientos más antiguos reutilizados por éstos: “La Finca de las Corias”, con gran acumulación de escoria de hierro y cerámica en una zona de bancales al Sur del pueblo; y “La Laguna”, en un cerro sobre la fosa del Tiétar donde se ha localizado una importante concentración de escoria de hierro y cerámica romana.
José María Ambrosio Sánchez
Bibliografía: “PAISAJES AGRARIOS PRE Y PROTOHISTÓRICOS EN LA COMARCA DE LA VERA ALTA (CÁCERES)”. Memoria de Doctorado, Carlos Fernández Freire, Madrid 2008
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