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En 1985, el juez de la sala segunda del Tribunal Supremo Luis Vivas Marzal censuró el documentalRocío, dirigido por Fernando Ruiz Vergara en 1980, porque un entrevistado denunciaba en el filme, con nombre y apellido, a uno de los responsables de los asesinatos desatados en Almonte (Huelva) tras el golpe de 1936. La película, que trata sobre el contexto sociocultural de la romería de la Virgen del Rocío, sigue prohibida en España en su forma original. El Bloco de Esquerda de Portugal la emitió ayer en Lisboa sin censura alguna.
En el documental "aflora una inoportuna e infeliz recordación de episodios sucedidos después del 18 de julio de 1936, en los que se escarnece a uno de los bandos contendientes, olvidando que en las guerras civiles, como lucha fraticida que son, dejan una estela o rastro sangriento (...) que es indispensable inhumar y olvidar si se quiere que las generaciones posteriores convivan de forma pacífica". Así justificó el juez la eliminación del testimonio del vecino de Almonte Pedro Gómez Clavijo cuando explica la participación de José María Reales en los asesinatos de 99 personas. La cinta fue la primera película secuestrada en la democracia y cuando la han emitido de madrugada Canal Sur y TVE, ha sido en la versión censurada.
Una sentencia del Supremo censuró el filme por recordar episodios de 1936
Ruiz Vergara, de 68 años, era en 1980 un joven valor del cine.Rocío fue elegida por el Ministerio de Cultura en 1981 para el Festival de Venecia junto con Opera Prima, de Fernando Trueba. "Fue muy traumático, se montó mucho follón y no quise saber nada más. Ya vivía en Portugal, pero no volví a hacer una película. Me tuve que inventar mi vida, como he hecho siempre", afirma el cineasta vía telefónica desde su residencia en Portugal.
"Es otra víctima del franquismo", reflexiona el historiador Francisco Espinosa. "El documental trató el Rocío con una mirada novedosa. Revolucionó a las hermandades y si se emitiera ahora, volvería a revolucionarlas, sin ninguna duda", añade. Rocío destapa la pervivencia del clasismo rociero, analiza la historia de la romería y la utilización que la derecha y la Iglesia hacen de los fenómenos sociales.
Tan agresiva resultó la cinta que la denuncia presentada el 23 de febrero de 1981, horas antes del Golpe llevó a prohibirla en los cines de Sevilla, Huelva y Cádiz. Se acusó al autor de "injurias graves, escarnio a la religión católica y ultraje público de las ceremonias en honor a la Virgen del Rocío". "Me resbalaban las críticas porque no sentía culpa alguna. Me acerqué a ese fenómeno sin prejuicios. Observé y describí su historia desde la época de los moros hasta ahora", recuerda el realizador.
Ruiz Vergara hizo sin pretenderlo el primer documental en España sobre la represión. Las entrevistas a los almonteños revelaron la conexión de las hermandades con el contexto político. Se detiene en la hermandad de Jerez de la Frontera, fundada en 1932 contra "los desacatos a la Virgen del Rocío cometidos por la II República". La retirada de una placa a la virgen en el Ayuntamiento de Almonte por orden del Gobierno republicano ofendió de forma especial a uno de los fundadores de la hermandad, el ex alcalde José María Reales.
El vecino cuyo testimonio se censuró acusa en la película original a Reales de lo siguiente: "Era el responsable de la banda de criminales (...). Y montado en un caballo con un porro los mata a palos". Ruiz Vergara ocultó el nombre de Reales y durante la entrevista colocó una foto del ex alcalde con los ojos tapados.
El director fue denunciado por "escarnio a la religión católica"
El juez admitió la querella de la familia de Reales (fallecido en 1980) y les dio la razón. El director fue obligado a pagar 25 millones de pesetas y a pasar tres meses en el calabozo. El juez impidió a 17 vecinos de Almonte declarar para corroborar la veracidad del testimonio.
Espinosa, especialista en la represión de Huelva, cree que el juez actuó para eliminar el testimonio oral: "Reales era un propietario muy popular y poderoso y estuvo implicado como ex alcalde en los disturbios de 1932, cuando sacaron al alcalde y los concejales del edificio por retirar la placa. Aquello acabó mal, se quedaron cuentas pendientes que influyeron en que la represión de 1936 acabara con cien personas".
El juez que redactó la sentencia que todavía hoy condena al cineasta señaló en 1976: "Cuando en España no había más que una política, muchos de nosotros [los jueces del Supremo] la hemos servido, incluso con entusiasmo". Ruiz Vergara también ofrece ahora su propia sentencia: "Han tardado en mostrarse como son, pero con lo de Garzón han mostrado lo que hay".
Para ver este documental pincha en la dirección de arriba.
Otras víctimas de la transición.
Persecución, secuestro y censura del filme Rocío de Fernando Ruiz Vergara
Ángel del Río Sánchez.
Antropólogo (Universidad Pablo de Olavide)
La visión histórica y antropológica de la famosa romería andaluza del Rocío, plasmada en un magnífico documental de 88 minutos, fue objeto de una gran polémica en los años de
<!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]--> En Almonte las fuerzas golpistas asesinaron a 99 hombres y una mujer. Rocío es uno de los primeros documentos en donde se homenajea pública y nominalmente a las víctimas del fascismo
Hoy miércoles 12 de octubre ha fallecido en su domicilio en la aldea portuguesa de Escalos de Baixo, perteneciente al municipio Castelo Branco, el cineasta andaluz, autor del polémico documental “Rocío”, Fernando Ruiz Vergara. El realizador que también cultivó la pintura, la escultura y la cerámica padecía una grave enfermedad que le mantuvo durante varios meses hospitalizado.
Fernando Ruiz Vergara nació en 1942. Desde muy joven muestra su repulsión por la dictadura franquista y decide abandonar la ciudad de Huelva y viajar por Europa para acabar vinculándose al mundo del cine. Atraído por la Revolución de los Claveles se instala en Portugal —país con el que mantendrá hasta el final una intensa relación— donde llega a fundar la librería Iberlibro en Lisboa y el Centro de Intervenção Cultural desde donde organiza diversos ciclos de cine político, prohibido en España, enfocado a espectadores españoles cerca de la frontera gallega y andaluza.
Tras la muerte del dictador Francisco Franco regresa a una Andalucía en plena efervescencia política por las libertades democráticas y la conquista de la autonomía. Bajo este contexto, idea, junto a Ana Vila, el proyecto documental “Rocío” que tanto marcará su vida. La visión histórica y antropológica de la famosa romería andaluza plasmada en un documental de 88 minutos, fue objeto de una gran polémica una vez estrenado, no sin muchas trabas, en 1980. Bastaba mencionar la estrecha relación de la Iglesia y la hermandad rociera con los trágicos sucesos en los años de la guerra civil y ponerle nombre y rostro a algunas de las víctimas y victimarios locales de la represión, para que se pusieran en marcha los mecanismos de persecución y hostigamiento de ciertos sectores reaccionarios de la sociedad andaluza y del poder judicial contra la obra creativa de un joven realizador.
El filme fue secuestrado —era la primera vez que un juzgado secuestraba una película en España después de que se aprobara la Constitución y desaparecieran los mecanismos de censura previa en materia de cine— y censurado en 1982 por la Audiencia de Sevilla. En 1984 el Tribunal Supremo no admite el recurso de los autores y hace firme la sentencia que condena a Fernando Ruiz, director de la película Rocío, a dos meses y un día de arresto mayor, 50.000 pesetas de multa y una indemnización de 10 millones de pesetas. Al mismo tiempo, se prohibía la proyección y distribución de Rocío en tanto no se suprimieran varias escenas. La vida privada y profesional de Fernando Ruiz Vergara quedó destrozada y Rocío se convirtió en un filme maldito.